Frías Álvarez Félix Guillermo y Rodríguez Ortiz Yeimmi
Red de empoderamiento para personas con discapacidad
Ciudad de México, México
felixgfrias@gmail.com, yeimmiortiz@gmail.com
RESUMEN: La pandemia por COVID-19 ha puesto en evidencia la falta de acciones por parte de las autoridades educativas a nivel nacional para garantizar el derecho a la educación de las personas con discapacidad durante el periodo de emergencia sanitaria. Transparentar los datos de la efectividad y alcances de las estrategias del gobierno federal para que el alumnado con discapacidad acceda a la educación en tiempos de pandemia por COVID-19 tiene la capacidad de ayudar a cumplir las obligaciones generales de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, entre ellas la de “Tener en cuenta, en todas las políticas y todos los programas, la protección y promoción de los derechos humanos de las personas con discapacidad” [3]. Se invita al lector a conocer las acciones que han tenido éxito, a generar nuevas estrategias educativas para aumentar y optimizar recursos de acuerdo a las características del alumnado y a su tipo de discapacidad.
I. INTRODUCCIÓN: La pandemia por COVID-19 ha dejado al descubierto múltiples acciones pendientes en materia de Derechos Humanos de las personas con discapacidad. Aun cuando México firmó y ratificó la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su Protocolo Facultativo en el 2007, donde se compromete a proteger y promover los derechos y la dignidad de las personas con discapacidad [3], sus ideales y principios no se han cumplido a totalidad por razones políticas, económicas, sociales y culturales que con la pandemia se han complicado. Muestra de esto es la metodología del Programa Aprende en Casa, que si bien incluyó algunos ajustes razonables de acuerdo al alumnado con algún tipo de discapacidad, no se han transparentado las cifras de alumnos beneficiados, el detalle del tipo de ajustes razonables y la forma en que se sistematizó dicho proceso para impactar en el aprendizaje académico y en la vida cotidiana.
2. DESARROLLO
La Jornada Nacional de Sana Distancia fue una acción nacional de la Secretaría de Salud para controlar el contagio de COVID-19 que consistió en suspender temporalmente las actividades no esenciales del sector público y privado a partir del lunes 23 de marzo de 2020. Desde esa fecha se suspendieron las clases presenciales en todos los niveles educativos lo que obligó a autoridades educativas federales, estatales y municipales a tomar medidas para que el alumnado continuara con sus aprendizajes en casa a través de tareas organizadas por cada docente en un principio, y posteriormente con el Programa “Aprende en casa” de la SEP para los niveles de educación inicial, preescolar, primaria y secundaria. Esta acción requirió acciones específicas para los padres, los docentes y los alumnos.
Para educación básica, el Programa “Aprende en casa” utiliza medios de televisión, radio, internet, libros de texto gratuitos y algunas plataformas educativas gratuitas. Se habilitó la plataforma de Educación Inclusiva [4] para apoyo de los docentes y padres de alumnado con discapacidad, con manuales para los distintos tipos de discapacidad, ficheros de actividades, materiales y videos. Este material es invaluable y útil, sin embargo, no es claro a cuántos alumnos con discapacidad ha llegado y de qué forma ha beneficiado a su educación. Tampoco se han considerado las dificultades de acceso a las nuevas tecnologías, por parte de las personas con discapacidad y en la mayoría de las ocasiones fallaron los ajustes razonables mínimos requeridos [2] en los recursos de enseñanza a distancia que van desde emplear la lengua de señas mexicana, el uso de medios y formatos accesibles, incluida la tecnología digital, los subtítulos, los mensajes de texto, la lectura fácil y el lenguaje sencillo [1] entre otros.
Respecto a los docentes del país se realizaron acuerdos gubernamentales programando capacitaciones para aumentar las habilidades digitales, el manejo de las emociones en situaciones de emergencia y el uso de plataformas educativas que mejorará la calidad de atención requerida. La Fundación Carlos Slim, Google for Education y plataformas de las autoridades educativas estatales son algunos apoyos de esta causa.
Los padres también están cambiando al educar en casa, para ellos la SEP dio a conocer diferentes documentos para el manejo de emociones, videos y plataformas gratuitas para facilitar su labor. Sin embargo, se desconoce la metodología y los beneficios de estas acciones a los padres de familia, así como la estadística y los recursos humanos y materiales destinados para este importante acompañamiento emocional. Es importante mencionar que no todas las plataformas digitales son accesibles para el alumnado y sus familias [2].
De acuerdo a las principales cifras de 2018-2019 en educación básica se atienden a 624, 371 alumnos con alguna discapacidad, aptitudes sobresalientes y otras condiciones [5], los cuales requieren de ajustes razonables y de accesibilidad a los contenidos. Se sabe que es responsabilidad de cada maestro acercar los aprendizajes esperados de acuerdo a las necesidades de su grupo y de cada alumno, sin embargo al término de este artículo no se encontraron evidencias de la cantidad de alumnado con discapacidad que requirió de dichos ajustes, el tipo de materiales empleados y de sus beneficios educativos o personales.
4.RESULTADOS/CONCLUSIONES: Transparentar la metodología, estadísticas del alumnado que está siendo apoyado durante esta pandemia, los recursos empleados y la capacitación que se está dando a docentes para lograr que el Programa “Aprende en casa” y demás esfuerzos educativos en línea lleguen al alumnado con discapacidad desde preescolar hasta educación superior, podrá garantizar el derecho a la información y replanteará nuevas estrategias que generen una educación de calidad para todos.
La pandemia ha dado una lección dolorosa, quienes se encuentran cerca de este sector están conscientes de sus grandes rezagos. La precarización en servicios de rehabilitación, educación y empleo para personas con discapacidad son muestra de ello ya que las conquistas como la Convención no se han traducido en el goce efectivo de los derechos humanos de las personas con discapacidad por no haber políticas públicas que las materialicen. Finalmente, destacamos que existe un grave descuido institucional del CONADIS que desde el inicio de la presente administración carece de titular lo que genera una falta de representatividad del sector en la toma de decisiones a nivel nacional.
Ante lo expuesto, es necesario generar mecanismos efectivos de transparencia proactiva, rendición de cuentas y participación ciudadana en espacios de gobierno abierto que incorporen la perspectiva de inclusión de personas con discapacidad, sus agendas en las plataformas de Gobierno Abierto en los tres niveles de gobierno; que deriven en acciones de gobierno coordinadas que puedan ser supervisadas por las propias personas con discapacidad para incrementar su capacidad de vigilancia a fin de que puedan moldearlas para reducir las brechas de desigualdad.
REFERENCIAS
[1] C. Devandas en entrevista para Noticias ONU consultada el 23 de julio de 2020 en https://news.un.org/es/story/2020/03/1471282.
[2] C. Salinas. Manual Ajustes Razonables para el Combate a la Discriminación de las Personas con Discapacidad. México. 2015.
[3] CNDH, Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su Protocolo Facultativo. 2ª. ed. México. 2016.
[4] Página del Programa Aprende en casa consultada el 20 de julio de 2020 en https://aprendeencasa.sep.gob.mx/site/ed-inclusiva.
[5] SEP, Principales Cifras del Sistema Educativo Nacional 2018-2019. Ciudad de México. (2019).